Esta ruta por el llamado Itinerario Ecológico de Las Casitas de Papel es de las consideradas duras para el ciclista de montaña y de un nivel medio-alto para el senderista. Pero merece la pena el esfuerzo.
Las Casitas de Papel es otro de los lugares que impacta al viajero del Geoparque Villuercas Ibores Jara. Lo es por varias razones: por la dureza del camino para llegar allí, por lo espectacular del paisaje y por los vestigios de una forma de vida humana, no tan lejana en el tiempo, que representan las construcciones que allí encontramos.
Primero: la dureza del camino.
Hice la ruta en bicicleta de montaña desde Castañar de Ibor. Sin duda la más dura que he hecho hasta ahora. Creo, sinceramente, que es un itinerario más favorable para el senderismo. La mayor parte del camino es un “sube y baja” constante con rampas muy inclinadas y con muchas piedras. En hasta tres ocasiones tuve que bajarme de la bicicleta.
En bicicleta hay que coger la carretera hacia Navalmoral de la Mata. A unos seis kilómetros, tomamos un camino a la derecha. A partir de ahí, ya no hay un llano en todo el itinerario.
Si se quiere hacer la ruta andando, dos opcionoes:
Se puede hacer medio camino en coche (por la carretera y entrar por el mismo camino que hicimos en bicicleta). Aparcar el coche sobre el kilómetro diez y seguir andando. Desde allí quedarán unos diez kilómetros hasta las Casitas de Papel.
Si se quiere andar desde Castañar de Ibor, hay que coger el camino del Collado del Puerto y la zona conocida como los ‘malos pasos’ (al este de Castañar). Desde el pueblo hasta las Casitas de Papel habrá una distancia aproximada de unos 12 km.
Hay varios paneles explicativos a lo largo de la ruta.
Paisaje espectacular
Una vez allí, tres edificaciones nos dan la bienvenida. Dos de ellas están medio derruidas. Se puede entrar sin problema en sus estancias y hacerse una idea de cómo era la vida de los pastores allí. Sin duda, lo más destacado es la manera en la que se construyeron estas casas: apilando lascas (o lanchas) de piedras de pizarra. Quizás lo del nombre de Casitas de Papel se generara porque la forma de dichas lascas parecen fajos papel, dando la sensación de cierta fragilidad de la construcción. Pero ahí llevan aguantando años y años.
Estas casas se levantaron en una zona abierta en lo más alto de un barranco, un enorme balcón con vistas al río Gualija.
Al estar en lo más alto, se puede ver a los buitres volar por debajo de ti.
También son llamativas las fracturas de las sierras que dividen las comarcas de Los Ibores y La Jara. Y desde allí se puede advertir, a lo lejos, la sierra de Altamira, que divide Extremadura y Castilla La Mancha.
Datos de la ruta
Finalmente os dejo algunos datos de la ruta en bici. Hicimos 37 kilómetros en unas 3 horas y 15 minutos. El tiempo total de la salida fue de cuatro horas, ya que estuvimos un buen rato.
En bicicleta de montaña o de carretera. Para hacer cicloturismo o para entrenar. El Geoparque de Extremadura tiene todo lo que el amante del ciclismo necesita; y con el Pico Villuercas como exponente, final de la Vuelta a España en 2021.
En este post iré añadiendo las rutas que voy completando tanto con bicicleta de montaña como de carretera por el Geoparque Villuercas Ibores Jara. El Geoparque extremeño tiene numerosas y diversas posibilidades para el ciclista: infinitas rutas MTB y carreteras de montaña con poco tráfico para disfrutar del ciclismo en ruta o entrenar si sueles participar en competiciones.
Todas las rutas que os presento aquí las podéis seguir en mi perfil de Strava; y son:
Subida al Pico Villuercas
Ruta de Los Apalaches
Subida al Risco Carbonero
Ruta por la Jara (Navatrasierra)
Ruta por Bohonal de Ibor y Campillo de Deleitosa
SUBIDA AL PICO VILLUERCAS (Carretera)
Para mí el pico de La Villuerca, puerto conocido en el argot ciclista como ‘Pico Villuercas’, es la joya de la corona de las rutas en bici por el Geoparque. Subirlo fue todo un reto. Más si cabe, después de que fuera en 2021 final de etapa de la Vuelta Ciclista a España. Lo ideal es subirlo desde Guadalupe, como hicieron los ciclistas profesionales, completando un puerto de 14 kilómetros con un 6% de pendiente media. A lo largo del recorrido hay rampas del 14%. La altitud del pico es de casi 1.600 metros.
Mapa y perfil de la ruta Alía-Guadalupe-Pico Villuercas-Alía
Nosotros comenzamos la ruta en Alía. Hasta Guadalupe es prácticamente una bajada, con algún repecho, que sirve para calentar el cuerpo. Y más vale que se caliente bien, porque se llega pronto a la plaza del Monasterio y a partir de ahí es todo subida.
El entorno es increíble y la carretera, nueva, con señalizaciones para ciclistas con datos de altitud, porcentaje de pendiente y de los kilómetros que quedan para coronar.
Hice la ruta en agosto de 2022 junto a Iván, Jonathan y Pruden.
Mi próximo reto por esta zona, completar realmente los últimos kilómetros de la vuelta ciclista: Alía-La Calera-Guadalupe-Pico Villuercas. Salen unos 65 kilómetros con una ascensión acumulada de 1.680 metros.
RUTA DE LOS APALACHES (MTB)
La Ruta de Los Apalaches es el nombre de la prueba ciclodeportiva y competitiva de bici de montaña que se celebra en Alía, organizada por Alía Extrema, el club ciclista al que pertenezco. Recorre parte del vasto término municipal de Alía. Por los lugares más emblemáticos, como La Palomera y el valle del Guadarranque.
Mapa y perfil de la ruta MTB Los Apalaches, prueba ‘El Desafío’
La prueba consta de tres rutas que van desde los 25 kilómetros y 900 metros de desnivel hasta los 75 kilómetros aproximadamente y más de 3.000 metros de desnivel.
Yo no he participado porque formo parte de la organización y ese día de la prueba toca currar. Sin embargo, es habitual que los miembros de Alía Extrema hagamos diversas rutas por esos parajes. Yo completé una de unos 40 kilómetros, cuyo recorrido fue Alía-Puerto de San Vicente-Guadarranque-Alía; ruta de la que ya hice un post en este blog, y en la que me acompañó con Fermín, compañero de Alía Extrema.
SUBIDA AL RISCO CARBONERO (MTB)
Con esta ruta volvemos a viajar a las alturas del Geoparque: al Risco Carbonero, a casi 1.400 metros de altitud.
Salimos de Castañar de Ibor. Tomamos la carretera hacia Navalvillar de Ibor y nos desviamos por un carril a la izquierda a unos cuatro kilómetros. A partir de ahí, una buena subida que sirve de calentamiento para las piernas, porque la ruta es muy exigente.
Mapa de la ruta al Risco Carbonero
Hicimos parada para recargar fuerzas en paraje del hospital del Obispo y rellenamos el bidón de agua en la fuente que hay con agua potable y bien fresquita que baja de la montaña. A partir de ahí, afrontamos una subida hasta el Risco Carbonero con pendientes de hasta el 18% de desnivel. ¡Una brutalidad! Tuve que bajar de la bici porque iba más rápido andando que pedaleando.
Esta ruta la hice con Sergio Bote, que ‘voló’ hasta la cima del risco y me esperó un buen puñado de minutos.
CARRETERA POR LA JARA (NAVATRASIERRA)
Esta ruta de carretera que hice también con Sergio acumula un desnivel similar a la ruta del Pico Villuercas; unos 1.400 metros. La diferencia es que se hace menos dura porque no se asciende todo de una vez, sino que se suben dos puertos (el mismo dos veces, ya que es ida y vuelta).
La subida de la primera ascensión, que va desde el cruce de la carretera EX-118 con la CC-20.2 hasta casi el Hospital del Obispo, son 9 kilómetros, al 4,5% de pendiente media y con una rampa al 7% como máximo. La ascensión a la vuelta es de unos 11 kilómetros con una pendiente media del 5,5% y varias rampas al 7%.
Mapa y elevación de la ruta Castañar de Ibor a Navatrasierra
Para mí lo peor llegó al final. Fue la subida que hay entre Navalvillar y Castañar, a pocos kilómetros del final de la ruta. Cuando tus piernas ya llevan casi 80 kilómetros esforzándose, toca subir unos 400 metros al 7%. ¡Brutal!
Carretera a Navatrasierra con el Risco Carbonero al fondo
El recorrido, desde Castañar hasta Navatrasierra, fue de 83 kilómetros. De momento es la ruta más larga que he hecho. Personalmente, la carretera que va a Navatrasierra desde el cruce con la EX-118 es ‘espectacular’ para los ciclistas. Es la típica ascensión de un puerto de montaña sin apenas coches. Cinco nos cruzamos entre la ida y la vuelta. Y el descenso se disfruta mogollón. Totalmente recomendable.
Parada a tomar un café en en Bar el Cazador de Navatrasierra
Además se pasa por los Canchos del Ataque, un geositio del Geoparque Villuercas Ibores Jara.
Nosotros nos dimos la vuelta en Navatrasierra, pero los más ‘pro’ pueden seguir y coronar el pico de Arrebatacapas para seguir acumulando desnivel. Otro de mis retos futuros.
RUTA POR FRESNEDOSO DE IBOR Y CAMPILLO DE DELEITOSA (Carretera)
Ruta con un perfil ‘rompepiernas’. El único llano, un kilómetro más o menos. Lo demás, subidas y bajadas.
Hicimos casi 60 kilómetros y acumulamos un desnivel de 1.070 metros.
Mapa y desnivel de la ruta Castañar de Ibor-Campillo de Deleitosa
De esta ruta destaco los tres kilómetros de ascensión desde el río Ibor hasta Campillo de Deleitosa, con rampas del 7%. Pero sobre todo, la subida de seis kilómetros entre Fresnedoso de Ibor hasta la carretera EX-118. Es una subida constante, sin apenas variación en la pendiente. Todo el rato entre el 3% y el 5%. Muy gratificante, la verdad. Y el paisaje, sorprende lo bonito que es.
Para más adelante, completaré la ruta con otra subida que hay desde Campillo hasta Deleitosa y desde allí a Castañar, para acabar con otro regalo para las piernas: la subida que hay entre la piscina natural del río Ibor hasta el pueblo.
Hacemos una ruta en bici de montaña desde Castañar de Ibor hasta el risco Carbonero, haciendo parada en el hospital del Obispo. Una buena opción para disfrutar del Geoparque Villuercas Ibores Jara.
La salida hacia el pico Cervales la hacemos desde el cruce del centro de Salud de Castañar de Ibor. Allí quedo con mi compañero habitual de rutas en bici cuando voy a Castañar: Sergio, el deportista de la familia. Tomamos la carretera hacia Guadalupe. Desde allí se inicia una ligera subida hasta unos metros después de la llamada ‘fuente la cesta’. Avanzamos, y tomamos a pocos kilómetros un camino a la izquierda. Y desde allí, subir, subir y subir.
El camino es ideal para la bici de montaña. Incluso también para una de gravel.
Parada en el hospital del Obispo
Seguimos subiendo a buen ritmo. No es excesivamente duro, pero tampoco fácil. Se ‘hacen piernas’. Dejamos a la izquierda el camorro de Castañar y nos dirigimos al camorro de Navalvillar. Incluso ya a lo lejos vemos nuestro objetivo: el risco Carbonero. Motiva el reto de llegar hasta allí y subir hasta tan alto (1.400 m); aunque, si soy sincero, entonces no sabíamos si lo íbamos a coronar. El plan era afrontar la cima sólo si nos… mejor dicho… solo si ‘me’ encontraba bien fisicamente. Es que Sergio es una máquina subiendo puertos.
De momento, las piernas respondían.
Tras unos diez kilómetros, giro a la izquierda y seguimos subiendo. Más exigente aún, de un 8-10% de pendiente que pone los cambios de mi bicicleta a prueba. Es cuando me doy cuenta de que necesitan un buen repaso y una buena puesta a punto.
Parada en el hospital del Obispo
Coronamos y comenzamos una bajada chula hasta llegar al hospital del Obispo, a los pies de la carretera que va Carrascalejo.
El hospital del Obispo era, como su nombre indica, un antiguo lugar de parada de peregrinos que peregrinaban hacia Guadalupe. Ahora es propiedad privada, aunque se mantiene la fachada casi original intacta.
Carretera en el entorno del Hopital del Obispo, entre Navatrasierra y la carretera que va a Guadalupe
Allí paramos. Hay un merendero con un manantial de agua super fresca. Reponemos fuerzas y continuamos por la carretera en dirección a Guadalupe (opuesta a Navatrasierra). Es una carretera de montaña que enamora al ciclista. Buen firme, más o menos estrecha, poco transitada y protegida por robles, alcornoques y castaños.
No he terminado esta ruta y ya estoy pensando en traer por aquí la bicicleta de carretera.
La subida hasta coronar el puerto es llevadera. Justo a la izquierda, comienza el camino que asciende al Carbonero. Decidimos subirlo porque, tras comer un dulce típico de Navalvillar que consta de frutos secos y miel (pura gasolina para un ciclista), el cuerpo pide ‘rock an roll’. Además, ya que habíamos llegado hasta allí y era buena hora, no íbamos a quedarnos con las ganas.
VIsta desde el Pico Carbonero a los camorros de Navalvillar y CastañarVista desde el pico Carbonero hacia el Valle del Guadarranque y la Sierra de la PalomeraVista desde el pico Carbonero hacia el Pico Villuercas (la elevación más alta que se ve)Vista desde el pico Carbonero hacia la comarca de La Jara
Subida al Risco Carbonero
En esta ocasión no llevé ciclocomputador, pero según mi reloj Garmin, estamos hablamos de unos tres kilómetros a una pendiente media por encima del 10%. Conforme subimos, el terreno tiene más piedras y las ruedas me patinan en algunos tramos. Y ya cuando veo una señal que indica un desnivel del 18%, mi moral empieza a caer. ¡Si voy más rápido andando que pedaleando!. Entonces es cuando me bajo y sigo a pie. Por entonces, ya había perdido a Sergio de vista, que a su ritmo constante subía como si no le supusiera esfuerzo alguno.
En una de las curvas, miro para la cima y allí estaba Sergio. Esperando y disfrutando de las vistas.
Sergio y yo tras coronar el Pico Cervales, a 1.400 mCaseta de vigilancia contra incendios situada en lo alto del pico Cervales
Cuando quedaban unos 700 metros y ya con menos pendiente, vuelvo a subir a la bici y corono el risco Carbonero. ¡Toma ya! ¡Estamos a 1.440 metros de altitud! ¡Récord de altura subida en bicicleta, conseguido!
Estamos en el segundo pico más alto del Geoparque Villuercas Ibores Jara. A 1.400 metros. En frente podemos ver el Pico Villuercas, el techo del geoparque extremeño de 1.600 metro de altitud.
Desde el risco Carbonero tienes unas vistas espectaculares de todo el ‘skyeline’ del geoparque extremeño y de todas las comarcas que lo conforman: con vistas al Valle del Guadarranque entre Navatrasierra y Alía, los Ibores con sus dos imponentes camorros (el de Navalvillar y el de Castañar, y toda la zona de La Jara, que limita con la provincia de Toledo. En lo alto de este pico hay una torreta de vigilancia de incendios.
Y ahora toca bajar, con la satisfacción de que el mayor esfuerzo en ruta ya se ha hecho. Ahora, prácticamente, todo es bajada hasta Castañar de Ibor. Y así es, ‘desandamos’ lo andado y regresamos en una vuelta que hacemos muy tranquilos y disfrutando del paisaje.
Finalmente la ruta fueron 33,6 kilómetros, que hicimos en un tiempo de casi tres horas (contando el descanso que hicimos de unos 15 minutos en el merendero del hospital del Obispo). La velocidad media fue de 11,4 kilómetros por hora, y un ascenso total de casi mil metros.
Miles de aficionados al ciclismo convirtieron en una gran fiesta el ‘bautismo’ de este puerto en La Vuelta Ciclista a España.
El 28 de agosto de 2021 ya es un día histórico para el Geoparque Villuercas Ibores Jara, sus municipios y su lugar más emblemático, el pico de La Villuerca. La decimocuarta etapa de La Vuelta Ciclista a España acabó en su punto más alto, a 1.600 metros de altitud.
No será una etapa para recordar en cuanto a lo deportivo, pero sí por el extraordinario ambiente que se vivió. Miles de aficionados al ciclismo ‘peregrinaron’ a este lugar desde todas las partes de Extremadura. También hubo muchos ciclistas de otras Comunidades Autónomas y países como Francia, Méjico y Colombia.
Muchos aficionados llegaron al Pico VIlluercas el día anterior a la prueba para coger sitio
Ya desde el viernes por la tarde, cientos de autocaravanas y furgonetas campers ocupaban los arcenes de la subida a La Villuerca desde el pozo de las Nieves hacia arriba. Ya el sábado, nada más salir el sol comenzaban a verse a los primeros ciclistas que querían comprobar qué les esperaban a los corredores de la Vuelta horas después. Llegó a concentrarse tanta bici, que había que tener mucho cuidado a la hora de transitar por la calzada.
Aficionados esperando a los ciclistas
Poco a poco, la intersección entre la carretera al pico con la carretera de Navezuelas se convertía en el lugar clave. Era el final de la subida al Collado de Ballesteros. Los ciclistas tenían que subir una ‘pared’ de algo menos de 3 km con una pendiente media del 15% y máxima del 20%. La gente sabía que allí, vería sufrir a Roglic y compañía.
Muchos aficionados intentaban completar con sus bicis esa subida, animados por una entusiasta afición que esperaba ya ansiosa a los profesionales. El buen ambiente de hermandad que suele ocurrir en los grandes eventos era ya palpable.
Aficionados con el pico de La Villuerca al fondo
Escapados subiendo el collado de Ballesteros
Escapados subiendo el collado de Ballesteros
Escapados subiendo el collado de Ballesteros
El pelotón subiendo el collado de Ballesteros
Ciclistas del pelotón en el collado de Ballesteros
Líderes de la general subiendo el collado de Ballesteros
Aficionados esperando la llegada de los ciclistas en el collado de Ballesteros
Y el éxtasis llegó cuando un grupo de escapados inició la subida al Collado de Ballesteros. Cuando pasó el pelotón, indescriptible.
Este Collado de Ballesteros será recordado también como el que hizo retirarse a Richard Carapaz. El campeón olímpico de Tokio y tercero en el Tour coronó el puerto y poco después se bajaba de la bicicleta.
Carapaz subiendo el collado de Ballesteros, poco antes de abandonar la carrera
Lo bueno también del recorrido fue que se pudo ver pasar a los ciclistas una segunda vez al retornar al pico de La Villuerca tras pasar por Alía, La Calera y Guadalupe. La etapa, que ganó el francés Romain Bardet, fue algo decepcionante a nivel deportivo. El trazado invitaba a los líderes de la carrera a lanzar ataques para sacar tiempo a sus rivales. Pero no. Fueron muy conservadores.
Esperemos que no sea la última vez que La Villuerca sea final de etapa de La Vuelta. Un acontecimiento que ha ‘bautizado’ a este puerto como referencia del ciclismo en Extremadura.
Volvemos a las rutas senderistas. En esta ocasión he elegido una muy especial para mí, la que enlaza Alía, mi pueblo, con Guadalupe. Es la última etapa del Camino a Guadalupe de Los Montes de Toledo; histórica ruta que enlazaba Toledo con Guadalupe. Y es que la localidad cacereña fue en tiempos el principal destino de peregrinación de la Península Ibérica.
El sendero es el GR 212. Se trata de 12 kilómetros con una dificultad baja.
Hice la ruta a finales de noviembre, acompañado de mi padre. Fue muy especial por la compañía y porque hacía unos 25 años que no caminaba a Guadalupe desde mi pueblo. Lo solía hacer cada 8 de septiembre, día de Extremadura.
Año jubilar Guadalupense
Además, este año estaba más que justificado hacer esta ruta porque es año jubilar. El año santo se celebra cada vez que el 6 de septiembre, día de la Virgen morenita, cae en domingo. Algo que ocurre 14 veces cada siglo.
Comenzamos el camino a las 7 de la mañana. Nos acompañó una luna casi llena. No era del todo brillante para iluminarnos el camino, por lo que necesitamos linternas durante la primera hora de la ruta.
Tramo de carretera que cogimos en nuestro camino desde Alía a Guadalupe. La Villuerca al fondo.
Esa primera hora la hicimos rodeados de olivos. Llegamos hasta la zona llamada de La Posa, donde peregrinamos unos kilómetros por carretera. Luego ya, durante el último tramo de unos 4 kilómetros, seguimos por otro camino que nos llevó a nuestro destino.
Esta ruta se puede hacer íntegra por senderos. El nivel sube y también el tiempo que se tarda en hacer el camino. Nosotros lo hicimos en 2 horas y 45 minutos.
Arroyo del Guadalupejo, muy cerca de Guadalupe
Peregrinando por el camino a Guadalupe de los Montes de Toledo
Clip del video de la ruta que hicimos durante la peregrinación a Guadalupe
Llegada a Guadalupe en peregrinación desde Alía
Una vez en Guadalupe, visita obligada al Monasterio. Luego, un buen café con churros con los que recobramos fuerzas.
12 caminos a Guadalupe
El camino de los Montes de Toledo es uno de los 12 senderos del proyecto Caminos a Guadalupe. En él se recuperan las rutas históricas que se establecieron como consecuencia del levantamiento del santuario de la Virgen de Guadalupe a partir del siglo XIV.
http://caminosaguadalupe.com/caminos-a-guadalupe/
<p value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">Desde entonces, Guadalupe ha recibido millones de peregrinos y también ha sido visita obligada por reyes desde Alfonso XI, pasando por los reyes Católicos. De hecho, las rutas más famosas llevan nombres de reyes: la de Alfonso XI que parte desde Navezuelas; y la de Isabel La Católica desde Cañamero.Desde entonces, Guadalupe ha recibido millones de peregrinos y también ha sido visita obligada por reyes desde Alfonso XI, pasando por los reyes Católicos. De hecho, las rutas más famosas llevan nombres de reyes: la de Alfonso XI que parte desde Navezuelas; y la de Isabel La Católica desde Cañamero.
En esta ruta visitamos las Apreturas del Almonte, caminamos por sus alrededores y terminamos subiendo al castillo de Cabañas. Acabamos la visita en uno de los mejores miradores del Geoparque Villuercas Ibores Jara en los que he estado hasta el momento.
Combinamos el senderismo, la observación de aves y el llamado «turismo slow». ¡Ideal para una mañana de sábado!, como fue nuestro caso.
Apreturas del Almonte desde el mirador
Carreteras paisajísticas
Primera parada, las Apreturas o portillas del Almonte. El trayecto en vehículo hasta allí forma parte también de la ruta. Las carreteras que llegan a este punto son de montaña y están calificadas como carreteras ‘paisajísticas’. Conducir hasta allí es una auténtica gozada.
Me acompañan varios amigos de la familia. Por supuesto que no nos quitamos la mascarilla en el coche. Es la norma.
Puente sobre el río Almonte
Aparcamos en el mirador de las Apreturas del Almonte. Está en la carretera de Retamosa a Navezuelas, cerca de Roturas. Tras hacer unas fotos, comenzamos a andar por la carretera en dirección a Roturas hasta llegar a un camino que sale a la derecha y que baja hasta el río Almonte.
Birding
Primero fuimos en dirección a las Apreturas. Llegamos hasta un viejo molino. Todo apunta a que ha sido reconstruido. Como estamos a los pies de una impresionante falla, aprovechamos para observar y hacer fotos a los buitres leonados que tienen allí sus nidos.
Buitre leonado en lo alto de una de las fallas de las Apreturas del Almonte
Senderismo
Volvimos sobre nuestros pasos y cogimos el sendero que sigue el río arriba. El camino es ideal para el senderismo y el paisaje es precioso. Nos encontramos dos viejos puentes y tras ellos, la subida al castillo de Cabañas desde la garganta de Santa Lucía.
Nosotros llegamos hasta la mitad del camino a Cabañas del Castillo. Teníamos previsto visitar el castillo pero en coche. Tampoco teníamos toda la mañana para dedicarla a esta ruta. La próxima vez la haremos completa.
Sendero que sube a Cabañas del Castillo desde el desfiladero de Santa Lucía
Puente sobre río Almonte
Sendero del río Almonte
Cauce del río Almonte. Sin agua al ser verano el momento en que la foto fue tomada
Antiguo molino en las Apreturas del Almonte
Antiguo horno ubicado en las apreturas del Almonte
Regresamos al mirador tras una hora andando, más o menos.
Cogimos el coche y nos dirigimos a Cabañas del Castillo. Aparcamos en el pueblo y subimos hasta su castillo. La subida ha sido mejorada desde la última vez que estuve. Se han colocado cuerdas para ayudar a subir la empinada cuesta final. También se han colocado paneles informativos y una plataforma para observar el valle de Santa Lucía sin peligro.
Y allí sigue el icónico cartel de «No tirar piedras al pueblo». ¡Háganle caso!.
Aquí os dejo una selección de los centros de interpretación del Geoparque Mundial Unesco Villuercas Ibores Jara que he visitado y que no te puedes perder en la medida de lo posible. Son pequeños museos de la historia de la tierra y de los habitantes de la zona.
1-MINAS DE LOGROSÁN
Minerales fluorescentes expuestos en la mina Costanaza
Fantástica rehabilitación para el turismo de la antigua mina Costanaza de Logrosán.
El visitante disfrutará de una ruta guiada en la que conocerá el trabajo de extracción de minerales de la zona; paseará por las antiguas galerías de esta mina (uno de los tramos en un pequeño tren que hará las delicias de los más pequeños) y se sorprenderá observando minerales fluorescentes de todo el mundo en la llamada «sala negra».
Para visitar la mina hay que pedir cita previa en el 927 360 180.
La visita a esta mina se puede completar acudiendo a otro centro de interpretación de Logrosán dedicado al geositio del Cerro de San Cristóbal.
2- CUEVA DE CASTAÑAR DE IBOR
Centro de interpretación de la cueva de Castañar de Ibor
El centro de interpretación de la Cueva de Castañar de Ibor es la mejor alternativa al restringido programa de visitas que tiene este increíble geositio.
La visita a la cueva verdadera se reserva a muy pocos visitantes al año para no afectar a sus condiciones de conservación. Las solicitudes se suelen abrir on line cada 1 de abril, pero se agotan en minutos.
En este centro de interpretación hay una recreación de una de las salas de la cueva auténtica. También se proyecta una visita virtual en 3D.
Cierra los lunes, martes y terceros fines de semana de mes. En estos momentos está cerrado por vacaciones hasta el 24 de octubre.
3- CENTRO RECEPCIÓN DE VISITANTES
Lo podemos llamar el centro de los centros de interpretación del Geoparque.
Está en Cañamero y aglutina toda la información de todo el Geoparque: su historia, todos los geositios, las poblaciones y sus costumbres, actividades…
Toda la información está apoyada por grandes paneles y maquetas. Debe ser la primera parada para aquellos que no conocen nada de la zona de Villuercas Ibores Jara.
Cierra los lunes.
4- MUSEO DEL FÓSIL DE NAVATRASIERRA
El centro de interpretación del Fósil es una parada obligada para los amantes de los fósiles. En él se observarán numerosas crucianas, trilobites y daedalus, entre otros.
Hasta Navatrasierra se llega por dos vías: por el sur, desde la carretera de Guadalupe a Navalvillar de Ibor; o por el norte desde Carrascalejo. Sea por donde sea, el paisaje hace del viaje una gozada.
El centro está abierto los fines de semana. Más información 927555246
5- CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LA CALERA
Es mi centro de interpretación favorito por está en un lugar recóndito del Geoparque, La Calera, pedanía de mi pueblo, Alía. Es una población, enclavada entre sierras, donde se puede observar la arquitectura típica de la zona.
Se trata de un centro «coqueto» en el que se ha hecho un gran trabajo de documentación de la actividad minera de la zona que fue clave en la construcción del Monasterio de Guadalupe. En La Calera se extraía la roca caliza que luego se transformaba en cal en sus antiguos hornos. Algunos de estos centenarios hornos continúan en buen estado y se pueden visitar.
Para concertar una visita, llamar al 695356394 (Valeri)
Ya era hora de salir a hacer alguna ruta en bici por el Geoparque. Y, como no, la primera, la llamada «Ruta de Los Apalaches. És el nombre con el que los miembros del club ciclista Alía Extrema, de Alía (Cáceres) han bautizado a la prueba cicloturista que está organizando para el 14 de septiembre. No todos los días se tiene el privilegio de hacer una ruta en bici por los Apalaches europeos.
El nombre de la Ruta de los Apalaches no se ha escogido por casualidad.
Las montañas del Geoparque Villuercas Ibores Jara son la continuación de los famosos Apalaches americanos, y por eso, todas las formaciones rocosas de esta zona de la provincia de Cáceres, pertenecen al Sendero Internacional Apalachense.
Fermín fotografiando el relieve apalachense
En esta ocasión, hice la ruta acompañado de Fermín, un compañero del club Alía Extrema.
Salimos de Alía temprano. Fuimos en dirección a La Peña Amarilla por el sendero adecuadamente señalizado que sale desde la carretera que va a Madrid, al lado de la piscina municipal; bajamos hasta el río Guadarranque para luego iniciar una impresionante subida hasta Puerto de San Vicente, ya en la comunidad de Castilla La Mancha.
Tras parar ha hacer unas fotos desde el mirador del sinclinal del Guadarranque, bajamos hasta el río del mismo nombre y, desde allí, regresamos a Alía por la carretera. ¡42 sufridos kilómetros!
Parte de esta ruta la podéis ver en el siguiente video:
Fueron 42 km, con más de mil metros de desnivel, que completamos en algo más de cuatro horas. Quizás fue demasiado tiempo, pero hay que tener en cuenta que no estoy en forma y que paramos a hacer fotografías y grabar los planos del vídeo anterior.
Todo el que quiera hacer esta ruta, tiene una gran oportunidad el 14 de septiembre y apuntarse a la Ruta Apalaches. Puede elegir entre tres rutas con diferente dificultad. Toda la información en la web del club Alía Extrema y las inscripciones en www.pulsaciones.net
Si no sabes por dónde empezar tu visita al Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, aquí te propongo cinco rutas que puedes hacer; eligiendo las que mejor se adapten a ti en función del lugar donde te encuentres o la carretera por donde entres a este lugar protegido por la Unesco como Geoparque mundial.
Las rutas son provisionales, pues las he confeccionado según mi experiencia por el Geoparque. Por supuesto que faltan muchos sitios que iré añadiendo cuando los vaya visitando.
1- Ruta a La Villuerca, el mejor mirador del Geoparque.
Vista desde el Pico de La Villuerca
El Pico de La Villuerca es el punto más elevado del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Desde su cima, a 1.600 metros de altitud, no sólo se pueden observar todos los valles y montañas que forman el Geoparque, sino también gran parte del territorio de la provincia de Cáceres y de la de Badajoz. También es visita obligada a Guadalupe.
Junto con la ruta a La Villuerca, esta es otra opción para aquellos que quieran disfrutar de panorámicas que impactan. Hay que dejar el coche en el pueblo y hacer la subida a pie hasta el castillo. Desde allí se ve todo el valle de Santa Lucía. Desde allí recomiendo la visita del geositio «Apreturas del Almonte» y Berzocana.
Son lugares ideales para el avistamiento de aves. Si quieres conocer más, AQUÍ tendrás más información.
3- Ruta por Los Ibores-La Jara
Ruinas de Augustóbriga junto al embalse de Valdecañas
Una ruta en la que se disfruta de lugares espectaculares para enamorados de la conducción tanto en coche como en moto. Lugares de interés: Ruinas romanas de Augustóbriga, Berrocal de Peraleda de San Román, desfiladero de Villar del Pedroso, subida al puerto de Arrebatacapas y centro de interpretación de Fósiles de Navatrasierra.
Otra opción por la misma zona es, terminada la visita a Augustóbriga, continuar hasta Castañar de Ibor y visitar el centro de interpretación de las Cuevas de Castañar y los imponentes castaños de Calabazas. También recomiendo acercarse al Río Ibor (en verano refrescarse en la piscina natural) y La Avellaneda.
4- Ruta por la Lorera de la Trucha
La ruta hay que hacerla en 4×4. Es recomendable hacer el viaje en todo terreno sobre todo si ha llovido previamente. Así pudimos cruzar todo el valle de un lado al otro encontrando a nuestro paso ciervos, venados, buitres… Si quieres más detalles de esta ruta, busca AQUÍ.
5- Ruta por el Camino Natural de Las Villuercas
Viaducto de Guadalupe
Es una de las rutas que aprovechan los caminos que llegan a Guadalupe. Una de las opciones es iniciarla en Puerto Llano, el punto elegido por numerosos grupos de senderistas para iniciar la ruta. Desde allí hasta Guadalupe hay 15 kilómetros.
La Avellaneda es uno de los poblados abandonados del territorio que abarca el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Está localizado en un enclave privilegiado, a orillas del río Ibor y a unos nueve kilómetros de Castañar de Ibor, justo la localidad desde la que iniciamos la ruta senderista. Éste post es el primero que dedicaré a los despoblados del Geoparque extremeño.
Río Ibor, cerca de La Avellaneda
Salimos de Castañar de Ibor temprano porque nuestro objetivo es recorrer los 9 kilómetros que hay hasta La Avellaneda y volver. Si no se quiere hacer una ruta tan larga, otra opción es ir en coche desde el pueblo hasta el río, aparcar donde no se moleste y comenzar a caminar por el camino que sigue el curso del Ibor hacia el norte. Una tercera opción es salir desde Fresnedoso de Ibor, a unos 5 kilómetros al oeste del poblado.
Esta ruta es un pequeño trayecto del llamado «Camino de los Jerónimos«, que unía Guadalupe con el monasterio de Yuste.
La ruta sólo tiene la dificultad de la distancia que queramos hacer.
Todo el camino está en muy buen estado, también para cualquier vehículo si no hay barro. Durante el trayecto a La Avellaneda podremos disfrutar del sonido de las aguas cristalinas del río corriendo hacia su desembocadura del Tajo y podremos ver alcornoques, olivos, robles, alisos y algunos castaños.
Si lo único que se quiere es visitar La Avellaneda, para llegar en coche lo mejor es coger la carretera Ex-118 y tomar un camino parcialmente asfaltado a la izquierda entre Castañar de Ibor y Bohonal de Ibor.
Casas en ruinas en La Avellaneda
Señal con los itinerarios senderistas que parten desde La Avellaneda
Un poco de historia de La Avellaneda
El motivo del abandono de La Avellaneda no tiene nada que ver con el actual problema de despoblación del mundo rural. El éxodo de sus ciudadanos tuvo lugar en el siglo XVIII. Una leyenda dice que su cierre se debió a una plaga de terminas; aunque se barajan otros factores más probables como la dificultad del poblado para crecer por la orografía y el despegue de otros pueblos como Castañar de Ibor y Navalvillar de Ibor, más próximos a Guadalupe, el gran centro religioso, cultural, intelectual y motor económico de la zona entre los siglos XV y XVI.
La Avellaneda es hoy un poblado que combina casas derruidas con otras rehabilitadas por los vecinos de Castañar de Ibor para pasar unos días de campo. Es un lugar muy valorado por los castañeros, ya que en su iglesia (ahora restaurada) se encontró el Cristo de La Avellaneda, una talla antiquísima y muy venerada que trasladan hasta allí desde Castañar cada mes de mayo para celebrar una romería en su nombre.
Iglesia de La Avellaneda
Señal del Camino de los Jerónimos, uno de los senderos que llegan desde el norte hasta Guadalupe
Casa en ruinas de La Avellaneda
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