Pico Villuercas, a la altura de La Vuelta

Decimocuarta etapa de La Vuelta 2021

Miles de aficionados al ciclismo convirtieron en una gran fiesta el ‘bautismo’ de este puerto en La Vuelta Ciclista a España.

El 28 de agosto de 2021 ya es un día histórico para el Geoparque Villuercas Ibores Jara, sus municipios y su lugar más emblemático, el pico de La Villuerca. La decimocuarta etapa de La Vuelta Ciclista a España acabó en su punto más alto, a 1.600 metros de altitud.

No será una etapa para recordar en cuanto a lo deportivo, pero sí por el extraordinario ambiente que se vivió. Miles de aficionados al ciclismo ‘peregrinaron’ a este lugar desde todas las partes de Extremadura. También hubo muchos ciclistas de otras Comunidades Autónomas y países como Francia, Méjico y Colombia.

Muchos aficionados llegaron al Pico VIlluercas el día anterior a la prueba para coger sitio

Ya desde el viernes por la tarde, cientos de autocaravanas y furgonetas campers ocupaban los arcenes de la subida a La Villuerca desde el pozo de las Nieves hacia arriba. Ya el sábado, nada más salir el sol comenzaban a verse a los primeros ciclistas que querían comprobar qué les esperaban a los corredores de la Vuelta horas después. Llegó a concentrarse tanta bici, que había que tener mucho cuidado a la hora de transitar por la calzada.

Aficionados esperando a los ciclistas

Poco a poco, la intersección entre la carretera al pico con la carretera de Navezuelas se convertía en el lugar clave. Era el final de la subida al Collado de Ballesteros. Los ciclistas tenían que subir una ‘pared’ de algo menos de 3 km con una pendiente media del 15% y máxima del 20%. La gente sabía que allí, vería sufrir a Roglic y compañía.

Muchos aficionados intentaban completar con sus bicis esa subida, animados por una entusiasta afición que esperaba ya ansiosa a los profesionales. El buen ambiente de hermandad que suele ocurrir en los grandes eventos era ya palpable.

Y el éxtasis llegó cuando un grupo de escapados inició la subida al Collado de Ballesteros. Cuando pasó el pelotón, indescriptible.

Este Collado de Ballesteros será recordado también como el que hizo retirarse a Richard Carapaz. El campeón olímpico de Tokio y tercero en el Tour coronó el puerto y poco después se bajaba de la bicicleta.

Carapaz subiendo el collado de Ballesteros, poco antes de abandonar la carrera

Lo bueno también del recorrido fue que se pudo ver pasar a los ciclistas una segunda vez al retornar al pico de La Villuerca tras pasar por Alía, La Calera y Guadalupe. La etapa, que ganó el francés Romain Bardet, fue algo decepcionante a nivel deportivo. El trazado invitaba a los líderes de la carrera a lanzar ataques para sacar tiempo a sus rivales. Pero no. Fueron muy conservadores.

Esperemos que no sea la última vez que La Villuerca sea final de etapa de La Vuelta. Un acontecimiento que ha ‘bautizado’ a este puerto como referencia del ciclismo en Extremadura.